jueves, 6 de noviembre de 2008

La visión popperiana de la democracia

Popper plantea que cuando se habla de democracia es inadecuado preguntarse:“¿quién debe dominar o gobernar?” sino que lo que hay que preguntar es : ¿Qué podemos hacer para configurar nuestras instituciones políticas de modo que los dominadores malos e incapaces, que naturalmente tratamos de evitar, pero que, no obstante, no resulta excesivamente fácil hacerlo, ocasionen los menores daños posibles y de modo que podamos deshacernos de ellos sin derramamiento de sangre? Popper considera a esta pregunta como fundamental de toda la política.

Popper considera que en efecto, que el "pueblo no manda en ningún lado" y señala que la esencia del Gobierno democrático reside en lo que él denomina "destituibilidad". Así, Popper avanza en la relativización de las formas de Gobierno, llegando, incluso, a dar menor importancia a algo que siempre ha sido considerado el fundamento básico de la democracia: la legitimidad popular del poder.

Lo que Popper menciona de la importancia de la destituibilidad es de que si bien sucede que en ocasiones hay mandatarios que se comportan de forma negativa para el país, la democracia da la oportunidad de destituirlos, o de no votar por ellos en caso de reelección. Es en ésto que Popper ve la ventaja de un sistema democrático. Se entiende que el pueblo no manda de forma directa: elige, con libertad, a unos representantes que expresan, así, la voluntad popular.

Si bien Popper pensaba que la democracia es importante, la característica de que esta se base en el poder soberano del pueblo, no era del todo del agrado de Popper; lo cual no significa que la rechazara sino que se había resignado a aceptar la importancia de esta para la existencia de la democracia. Según sus propias palabras:

"Pero mientras se acepte el supuesto de que la esencia de la democracia consiste en la soberanía o poder soberano del pueblo, habrá que soportar, como demócrata, esas dificultades, dado que, en ese supuesto, la proporcionalidad se revela ciertamente como esencial"

Popper propone una concepción reducida de la democracia: reducción de la soberanía popular, reducción del aparato estatal, reducción, en fin, de las funciones y número de los partidos políticos.


Popper es consciente de la necesaria identificación partidos y su relación con la democracia, pero dice que los partidos, como la soberanía del pueblo, hay que soportarlos. Lo cual es una forma interesante de pensar, ya que si bien no critica abiertamente a la democracia, se ciente incomodo por su característica principal.


Referencias:

http://economiacies.blogspot.com/2008/06/popper-y-la-democracia.html

1 comentario:

Gabriel dijo...
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